¿Cómo se realiza una espirometría?

¡Bienvenidos un día más a nuestro blog! Hoy quiero hablaros sobre la técnica de la espirometría. Antes de llevar a cabo esta prueba debemos asegurar que hemos informado al paciente de que no puede fumar, tomar ningún fármaco broncodilatador ni realizar ejercicio físico las horas previas. Es importante explicar bien la técnica para así conseguir que la colaboración sea la máxima posible y, por lo tanto, nuestro trabajo sea de mayor calidad. El paciente debe estar sentado erguido con la espalda pegada al respaldo y no debe llevar ni ropa ajustada ni debe cruzar las piernas, ya que podría causar variaciones en os resultados. Se recomienda el uso de la pinza a la hora de realizar esta prueba, aunque es un tema de controversia.

Cuándo estemos seguros de la correcta colocación y comprensión del paciente de en que va a consistir la prueba, podemos comenzar. En primer lugar, colocamos la boquilla en la boca del paciente y comprobamos que no la deforma y que no hay fugas. A continuación, le pedimos al paciente que inspire todo lo que pueda, con una pausa a capacidad pulmonar total. Luego debe soplar rápido y fuerte, y por último, prolongar la espiración seguida y fuerte hasta que le indiquemos que pare. Existe lo que conocemos como espirometría lenta, en la cual el proceso es distinto. En este caso, lo primero es respirar tranquilamente a través de la boquilla unas tres veces, luego inspirar hasta la capacidad pulmonar total, y para acabar, soplar lentamente hasta volumen residual. Durante todo este proceso es importante que prestemos atención al paciente para pararlo si realiza de forma incorrecta algunos de los pasos. De esta forma, evitaremos fatigarlo al evitar que se prolongue el tiempo de realización de la prueba.
A continuación os dejo un vídeo que explica no solo la técnica, sino también la parte de la comunicación con el paciente, ¡espero que os sirva de ayuda y hasta la próxima entrada!: