¡Bienvenidos de nuevo, enfermeros! Hoy os explicaré cómo debe prepararse el paciente para una colonoscopia, y cuál es la técnica para llevar a cabo esta prueba. La técnica y preparación para
realizar una colonoscopia son los siguientes: primeramente, el paciente deberá
programar una entrevista con su gastroenterólogo, en la cual se especificará la
dieta que debe seguir en los dos días previos, así como los laxantes o enemas
necesarios.
Esto se debe a que para la correcta exploración del colon, este debe estar vacío. En el caso de que el paciente, por algún motivo, no pueda llevar a cabo la preparación de forma adecuada, deberá informar al especialista.
Esto se debe a que para la correcta exploración del colon, este debe estar vacío. En el caso de que el paciente, por algún motivo, no pueda llevar a cabo la preparación de forma adecuada, deberá informar al especialista.
Para llevar a cabo esta prueba, se
canalizará una vía venosa periférica, en la cual se administra una anestesia
ligera que hará la prueba más llevadera, y dependiendo del transcurso de la
colonoscopia, algún medicamento más. Una vez administrada la anestesia, el
paciente debe quitarse la ropa y colocarse en una camilla acostado lateralmente
sobre el lado izquierdo, con las rodillas flexionadas. En este momento, tras
una exploración al tacto del ano y la zona perianal, el médico introducirá el
colonoscopio, el cual debe estar previamente lubricado. El colonoscopio se
moverá lentamente avanzando hasta el colon, donde infla el intestino grueso con
aire para obtener una mejor visión. Una vez que se alcanza la apertura al
intestino delgado, el médico retira lentamente y examina de nuevo el revestimiento
del intestino grueso.
Durante esta prueba, además de
observar, se pueden tomar muestras de biopsia o extraer pólipos, lo cual no
supone mayor dificultad para el paciente.
Espero que os haya gustado, ¡nos vemos en la entrada de mañana!
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