Pulsioxímetro de dedo |
En primer lugar, debemos informar al paciente de la técnica que vamos a llevar a cabo, avisándole de que no produce ninguna sensación específica, como dolor o incomodidad. Debemos llevar a cabo el lavado de manos con jabón o solución hidroalcólica. A continuación, observamos si el paciente presenta tratamiento con oxígeno. Seleccionamos la zona donde vamos a colocar el pulsioxímetro, en adultos suele ser en el dedo índice o anular de cualquiera de las manos mientras que en neonatos se puede realizar en el dorso de la mano o del pie.
En caso de que el paciente lleve pintura de uñas debemos retirarla, así como si lleva ropa demasiado ajustada por las posibles alteraciones en los resultados. Limpiamos la zona escogida y colocamos el sensor, en el extraño caso de que sea necesario fijarlo para que no se caiga, lo podemos hacer con esparadrapo. El sensor debe permanecer el tiempo suficiente para la correcta obtención de datos, y en caso de que estos sean anómalos, lo primero que debemos hacer es realizar de nuevo la prueba. Existen distintos tipos de sensores, pero los más habituales en la actualidad son los que no necesitan conectarse a ningún otro aparato y se colocan directamente sobre el dedo, como el de la foto.
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